LA LEYENDA DE LA BRASITA DE FUEGO
Pájaro pequeño de plumaje rojo,
especialmente en la parte ventral.
Según una leyenda entrerriana,
su origen es el siguiente:
En un rancho se realizaba un baile.
Esta fiesta se hacía con frecuencia;
allí decían los paisanos del lugar, se perdían las almas.
Dios y San Pedro, que iban juntos, se detuvieron en el monte
e hicieron fuego para pasar la noche;
al oír la música fueron a enterarse de lo que pasaba
y dejaron la fogata para que les sirviera de guía al volver.
El diablo, enojado porque Dios rescataría esas almas,
vestido de paisano, le pegó un ponchazo al fogón;
pero una de las brasas quedó prendida en un árbol
para indicar el rumbo a Dios y a su acompañante.
Esa brasa dio origen a un ave que siempre, dicen,
está indicando la presencia de Dios.
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