Tercera Parte
La ciudad está en plena vitalidad. La modernidad empuja.
En 1927 el Conscripto Anacleto Bernardi se transforma en héroe al salvar vidas en el hundimiento del “Principesa Mafalda”.
Se funda el primer hospital, llega el telégrafo, se instalan los bancos, siendo el primero el Banco Nacional y a continuación el Banco de Italia y Río de la Plata, se edifican el Palacio Municipal y la Jefatura de Policía, donde en 1932 se realiza la contrarrevolución de los Hermanos Kennedy al gobierno de facto del General Uriburu.
Se inaugura el tren, se edita “La Paz” primer diario local, se edifica el puerto, se crea el Registro Civil, las bibliotecas populares, aparece el Mercado Municipal, el cine y el teatro, se inauguran la nueva iglesia y la escuela modelo de niñas “Primera Junta”, se instala el Juzgado Civil, comercial y Correccional. Llega la primera Banda de Música, se inaugura la Escuela de Artes y oficios y la Escuela Profesional de Mujeres. Las condiciones están dadas para el progreso de la ciudad y efectivamente esto se lleva a cabo.
En 1982, la gesta de Malvinas reclama la intervención de los hijos de la patria, entre muchos otros hijos, a defenderla concurre un retoño de La Paz: Carlos Daniel Vila.
Escritores, poetas, artistas plásticos y artesanos acompañan desde sus orígenes la historia lugareña, logrando con sus aportes definir una identidad propia rica en los más diversos matices. Dos centros de Cultura son los encargados de rescatar, promover, acrecentar y cultivar el Patrimonio local. El Museo regional y el Taller de Artesanos atraen al visitante con el marco del hermoso Parque Berón de Astrada sobre las barrancas del río. En sus salas está latente la historia de La Paz.
Cientos de elementos aportados por la generosidad de sus habitantes son testigos de una atrayente historia lugareña que continúa hoy gestándose en los nuevos tiempos. Desde hace algunos años se ha sumado el Museo Municipal de Bellas Artes y la Casa de la Cultura con sus salas y talleres recreando la obra de los artistas plásticos que dibujan y pintan su paisaje, resaltando su belleza, plasmando los colores que surgen de una deslumbrante flora y variada fauna, sus ríos y arroyos y sus cielos que hacen del lugar un paraíso para el visitante.
Pedazos de la historia han sido registrados por narradores locales deseosos de hacernos conocer las anécdotas y hechos que encierra nuestro devenir local.
El 2010 nos encontrará festejando el Bicentenario de la Patria y los 175 años de nuestra ciudad. Muchos recuerdos volverán a la memoria de toda la comunidad paceña… la plaza con su Banda de Música deleitará con sus inconfundibles sones anunciando nuevamente el amanecer del 13 de Julio, repicarán las campanas de la iglesia recordando que nuestra Patrona, La Virgen de La Paz nos seguirá cubriendo con su manto espiritual. Don Linares desde lo alto, será hoy como ayer, el poeta que rescató para nosotros la chamarrita, y el que le ofreció los versos más puros para homenajearla.
Por todo ello los paceños entonaremos emocionados el Himno Nacional por el Bicentenario, y la canción que Don Linares nos legara para siempre: “Remozada de río cantándole a la vida, airosa en el barranco iluminada, costera, luchadora, esperanzada, se alza La Paz, querencia bendecida. La Paz “Ciudad Paloma” como la nombrara Linares, ciudad sencilla, embellecida en sus riberas por el majestuoso Paraná abre sus brazos a quienes nuevamente vienen a reencontrarse con su gente y sus nostalgias… nunca podrá dejar de ser: “…querencia bendecida, donde la estirpe entrerriana se hacer grande…”
Y muchos, seguramente dirán con el poeta: “A La Paz yo vine un día, de La Paz me enamoré, y no tuvo paz mi alma, desde que La Paz dejé”.
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