En este espacio los hacedores de nuestra cultura paceña y entrerriana podrán contar sus sueños; y será un lugar donde se conozcan nuestras historias; un lugar donde nuestros paisajes, nuestras poesías, nuestra música, puedan llenar el alma de quienes visiten este espacio cultural.
Los alumnos de la Escuela “Recuerdos de Provincia” se quedaron con los primeros premios del Rubro MURALES del Programa “Vuelo Joven por La Paz”.
Los grupos “Distintos pero no tantos” (Categoría II) y “Los Pumas” (Categoría I) se hicieron acreedores a los primeros premios.
El segundo Premio en la Categoría II correspondió al trabajo del Grupo “Sexto Sabático de la Escuela Técnica E.E.T Nº 1 ESPAÑA, y el 3º Premio para el Grupo “Los de la 4” de la Escuela Nº 4 E. Carbó.
En la Categoría I, el segundo Premio correspondió al Grupo “1º y 2º Impacto” del Colegio San Isidro Labrador y el 3º Premio para “Los Autentiques 2010” de la Escuela Domingo French y “La Rejunta” de 1º 5ta. De la E.E.T. Nº ESPAÑA.
La Dirección Municipal de Cultura felicita a todos los jóvenes que participaron y que vistieron de color la ciudad.
Por último recordamos que el 24 de Octubre se desarrollará la última etapa de “Vuelo Joven” con el Rubro CARROZAS.
Hay $ 2000 en premios y pueden participar, no solo los inscriptos en Vuelo Joven, sino que la inscripción es abierta, pudiendo participar todos estén o no inscriptos en Vuelo Joven.
Por datos dirigirse a la Casa de la Cultura.
"EL HOMBRE Y SUS VALORES" (LOS PUMAS - CATEGORIA I)
"RESISTIR EN LA ADVERSIDAD" (DISTINTOS PERO NO TANTOS - CATEGORIA II)
Muchos se acordarán de este personaje. "Benitez el pintor"; el "Cuervo" Benitez, le decían. Hombre bueno, educado, piropeador de mujeres pero sin faltarle el respeto. En el bar de mi suegro "El Chamaquito", llegaba todas las noches, se instalaba en su mesa, pedía su vino y se quedaba horas. Yo a veces arrimaba una silla, y compartía sus anécdotas.
La foto no es muy buena, un amigo me prometió acercarme otra. Pero igual, esta sirve para el recuerdo de otro de los personajes que tuvo mi pueblo.
Ya lo dijo el poeta cuando canta:
"si aquél es un hombre que trabaja,
no tendrá tiempo para hacer dinero,
ni siquiera podrá, pintar su casa"
En mi tiempo de niño lo recuerdo
era un duende que llenaba las mañanas,
sentado en la vereda lo esperaba,
salpicado de colores, él pasaba.
Era el viejo pintor de los humildes
con un cielo de colores su mirada,
nunca supe que pena él escondía
que en los bares lo ganado, se gastaba.
Ya no siento su paso en las mañanas
ha quedado muy sola una escalera,
aunque a veces una sombra dibujada
me devuelve su figura en las veredas.
Y así andaba Don Benitez cada día
encontrándole un color a la esperanza
prolongaban los pinceles de sus manos
y anidaban los colores en su alma"
Subí esta foto a Facebook, estos son los hermosos comentarios que inspiró:
Maria Ines Velez Yo era chica pero me acuerdo!!! Cuando estaba entre copas se le daba por parar el trafico!!!Que recuerdos!!!
Fernando Daniel Baez Pero - desde que murió - no vi nunca más un pintor de brocha gorda como el " Cuervo " . Era un verdadero artista que hacia su trabajo con un cariño y un esmero que poco y nada se ve hoy , aunque a alguno le suene jocoso . Merecidísimo que tenga un lugar en esa página
Victoria Regner El famoso Bar El Chamaquito era de mis padres! Yo también recuerdo a este personaje y a muchos otros que pasaron por el bar.
Guillermo Huber Totalmente flaco, hay que recuperan las memorias en estos queridos personajes.
Laura Porcel de Peralta A la vuelta de mi casa, pasaba a cada rato por ah. Como se nos escapan estas cosas de la cabeza, que bueno traerlas de vuelta. Gracias
Laura Porcel de Peralta Me aporta mi hijo que la Sra.de Regner no era la Sra de Regner: era la Sra. del Chamaquito
Raquel Alaggia Exacto lo que dice Fernando,prolijo y minucioso en todos los detalles, ademas re tranquilo y paciente.
Horacio Regner Hola, soy uno de los Chamaquito (Horacio), me acuerdo del Cuervo que cuando llevaba unas copas encima hablaba en un idioma que solo entendía él, tardaba horas en llegar a su casa porque se ponía a hablar solo en cada esquina.....que recuerdos.
Marta Ofelia López QUE HOMBRECITO QUE ERA BUENO.SIEMPRE EN SU NUBE DE ALCOHOL.POCAS VECES FRESCO Y ASÍ Y TODO PINTABA REBIEN.SON PERSONAJES QUE MARCAN UNA NOSTALGIA MELANCÓLICA....QUIZÁS NACIERON PARA NO SER OLVIDADOS.UNA MANERA MÁS DE PERDURAR EN LA VIDA.........
Eduardo Martín Romero cuando mas tomaba mas florido en el lenguaje que personaje el cuervo todavía esta el rancho donde vivía
Jose Daniel Acuña el cuervo amigo de mi viejo siempre nos visitaba una gran persona saludos ☻
Patricia Beron era el hombre muy bueno y cuando le gustaba una mujer le decia piropos y nunca faltaba el respeto y como pintor ni hablar ...el mejor
Fernando Daniel Baez Ya que se menciona creo que " El Chamaquito " merece también un lugar en esta pagina ( ojalá alguien pudiera aportar una foto ) . Era "el" bar que identificó durante años a toda una barriada muy grande a la cual tuve la suerte de pertenecer . Como dijo alguien mas arriba , no era de don Regner : era de todos , era parte de nuestra cultura , ahora es parte de nuestros recuerdos
Pedro Guzman Beron El querido CUERVO BENITEZ personaje afable muy educado y de una cultura que hacia pensar un pasado distinto, de los de brocha gorda el mejor.
Hermosa ha sido esta experiencia. He recibido muchísimos mensajes a nuestro correo: cultura_lapaz@hotmail.com
Adultos que conocieron a personajes que ya no están, y jóvenes que los descubren, y a los que están en nuestras calles, los miran ahora de una manera distinta, como integrándolos al paisaje paceño.
Hace unos días, Juan Trachitti, me contaba la emoción de "Pino" cuando leía los comentarios referidos a él que dejaban en facebook.
Le pido al que tenga fotos me las envie al correo de cultura, o se acerque si es de La Paz por la Casa de la Cultura, en un minuto la escaneamos y se la devolvemos.
Seguimos con otros Personajes de mi pueblo.
Jesus Rosales su nombre, pero le decimos "Quijano".
Tengo dos recuerdos con él. En el tiempo que fui Presidente de Comercio andaba y dormía en la calle. Se me acercó un día y me pidió dormir en una piecita que estaba atrás del salón. Era como un símbolo de Comercio, así que fue imposible decirle que no. Estuvo allí por mucho tiempo, no se si aun lo está.
Otra vez jugaban los veteranos en un campeonato y lo invité a que juegue. Aceptó la idea, le conseguimos unos botines "Sacachispas" usados porque no quería calzarse. Entró de titular y a los 5 munitos se sacó los botines y jugo solo con las medias puestas. El problema era que agarraba la pelota y se ponía a hacer jueguitos y no le daba la pelota a nadie; hasta los rivales lo aplaudían.
No se su nombre. Un día de estos se lo preguntaré. En un habitual visitante los días de fiesta y algunos domingos cuando hacemos algún espectáculos. Me recuerda a otros viejos personajes de mi infancia; al que vendía "pirulines", a "Tamalito" y sus globlos.
Subí a Facebook fotos de algunos personajes de La Paz, ha sido muy linda la conexión. Se suman comentarios, recuerdos y anécdotas.
Son los personajes que nunca estarán en los libros, pero si en el corazón y en el recuerdo de la gente. Muchos de ellos ya no están, pero transitaron las pueblerinas calles de mi pueblo.
Me pareció hermosa la comunicación que se produjo que decidí hacer esta galería con ellos. Los iré subiendo de a poco y a lo mejor le agrego algunos de los comentarios de los amigos que tengo en Facebook.
"Don Silvano": dicen que en sus años mozos fue un buen musiquero. Yo lo conocí en sus últimos años, con su bastón compañero, su frazada y los perros que lo seguían. Me detenía mirarlo en la esquina de Belgrano y Saenz Peña, allí donde tenía el consultario mi dentista: Don Bilbao.
"Don Silvano... Don Silvano,
apura un poco tus pazos,
que atrás te sigue la muerte
para llevarte en sus brazos".
El "Bocha Martinez", aunque todos lo llamaban: "Pinocho o Pino"..
Durante 28 años fue el canillita de la ciudad. Hoy ya no reparte diarios, pero lo vemos haciendo mandados con la simpatía de siempre.
Desde un cielo ardido, un sol inmenso, imponente, fuerte, impiadoso, arroja cual flechas, sus rayos encendidos en una llamazón que cubre la costa y el río. La playa, una gran hornalla imposible de andar. Un costero duda en emprender su viaje espinelero. Los resplandores lo ciegan y el agua fresca de la batea apenas sosiega por un instante el calor que abruma.
En la costa hay una ausencia total de movimiento y vida, un hondo y cálido silencio llena el aire apenas interrumpido por el delirante estridor de las chicharras. Cada ser vivo, cada árbol, cada mata, se ha guardado a silencio, buscando desesperadamente una gota de sombra.
El sauce, estira sus dedos en un esfuerzo supremo queriendo atrapar unas gotas de ese río que avanza calmo y despreocupado, sin entender, por su frescura, la asoleada desesperación de la ribera.
Quietud, modorra, hasta el tiempo parece paralizado. Si hasta parece una postal y no un paisaje viviente. De pronto una ráfaga cruzando la candente arena… ¿quién es ese ser vivo que se atreve a desafiar el calor que quema?... Una iguana costera avanza entre la arena, ignorando al sol y a sus implacables dardos dorados. En una pequeña mata ha visto su alimento. Sobre su piel de cera derretida se refleja un hervor de sol; sus ojitos, dos brazas encendidas; su lengua cual afilada lanza, presta a arrojarse sobre aquel distraído insecto. El costero, desde el alero del rancho la ve. Entonces se anima, carga el botador y rumbea hacia la canoa. El sol quema su espalda, gotas de sudor forman umbrosos caminos en su rostro. Pero al igual que la iguana costera, a pesar de la ardiente siesta entrerriana, debe buscar su alimento…
El río avanza de prisa. En el silencio costero se oye su murmullo. Pareciera que habla consigo mismo, ¿o será que habla con Dios? Es tiempo de creciente y por lo tanto de sufrimiento y desvelos para el humilde habitante de las riberas.
Me detengo, me distraigo un momento a mirarlo y debo reconocer que es hermoso. Lo remansos aparecen y desaparecen, atrapan todo lo que encuentran y, dicen los que saben, que lo guardan en los socavones de los “negritos del agua”.
Recuerdo cuando su piel estaba quieta, mansa, como endurecida, incapaz de hacer daño, sin embargo ahora se alza en corcovos, azota las riberas y arrastra sin piedad las esperanzas isleras.
Aquel borde adonde acudían las bestias a beber y alguna cardenalina mojaba su rojo copete, hoy no está. Las aguas golpean la barranca como queriendo voltearla. Un tropel de verdes camalotes corcovea y corcovea buscando un mar imaginario. Y entre todo ese paisaje desolador, el hombre, sintiendo una vez más el rigor de ese río que hasta ayer no más era su amigo.
Río que crece. Río que corre. Aguas bravas destruyendo seres y cosas… y sueños. Las mismas aguas que brindaban un amparo casi maternal.
El río ruge. Las aguas bajan turbias. La creciente avanza. Miro aquel remanso que duerme soñando y veo que el agua lo despierta, lo agita, lo incorpora a la corriente arrebatada y lo lleva hacia algún socavón perdido en las oscuras entrañas de su cauce.
"Monchi y Melisa", dos de los jurados del rubro Danza de "Vuelo Joven", una vez terminada la presentación de los grupos, deleitaron a los presentes con esta hermosa chacarera, bailada impecablemente.
La tarde me pide que cante mi alma la canción más pura, para el gurisito que busca la costa desde alguna altura, descubro en sus manos una flor silvestre que se lleva el río, tristeza en febrero ha muerto Linares lo llora el estío.
En algún ranchito cual suave susurro su canción de cuna, aquieta los sueños de aquel costerito, ojitos de luna, y por el amigo desgrana un rosario la madre costera, tristeza en febrero se ha ido Linares, gime la ribera.
Busca una guitarra las voces perdidas de antiguos copleros y juntos le cantan al viejo "Cacique", al dulce trovero, porque aunque nos digan se ha ido Linares un triste febrero, yo se que su copla aviva el rescoldo de un fogón costero.
Y ahí anda el peoncito de estancia silbando un chamamecito que un día cantó y en el arroyito hay ausencia de luna por ese cantor. Y en el fogoncito de los pescadores la humilde biznaga leñita se hará y un “soy entrerriano” trepará en la noche por ese cantor.
La vieja ocarina se quedó en silencio casi fue lamento el último son… Penita en la copla del caracolero tristeza en febrero ya no está el cantor… Y por los caminos un viejo tropero y un silbido largo buscan al cantor.