"14" PROVINCIAS
Entre las primeras luces de una mañana otoñal,
El viejo palanquero, trepando la barranca
caminó hacia al pueblo blanco e iluminado…
Miró al cruzar el manto verde de sauces
que cual cabellos sueltos al viento
protegían su casa y… jugaban con la mañana.
Había acomodado la palanca en su hombro
y aunque estaba acostumbrado
hoy parecía pesarle más que nunca…
Claro, los años, se le habían venido encima,
le costaba repechar la “Bajada”…
sabía además que el cigarro ayudaba a su cansancio.
MIentras subía lentamente desde un ranchito alado
que parecía estar prendido con hilos de la barranca ,
escuchó la radio del pueblo…
Se detuvo… dejó la palanca en el suelo…
y atentamente escuchó aquél chamamé.
no lo nombraba… pero sabía que era para él…
“A vos palanquero viejo de la Bajada de La Cruz,
en la noche del olvido, mi canto será tu luz;
con cinco palos de sauces le vas peleando al progreso
aunque la ganancia es poca, a vos te sobra con eso…
por eso quiero cantarte, a vos palanquero viejo
que a tu grito ¡pescadooooo!, lo irá apagando al progreso"…
Y cuentan que una mañana cuando todos dormían
vino el niño costero que habitaba su corazón sencillo,
lo ayudó a cargar su última palanca, y se fue…
el palanquero de las madrugadas partía hacia el alba de la eternidad…
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