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lunes, 14 de septiembre de 2009

BIOGRAFIAS INDISPENSABLES PARA LOS ENTRERRIANOS Y LAPACEÑOS






RAMON SANTICH

Es difícil explicar esa magia que tenía Ramón Santich cuando aparecía en cualquier escenario con su hermano José, o muchas veces él solo con su verdulera. Ese misterio de la comunicación que sólo tienen los elegidos, lograba cautivar a todos los públicos. Era un verdadero símbolo de "Cuando el Pago se hace Canto" en cuyo escenario actuó 26 ediciones consecutivas, desde la primera edición allá por 1981. Actuaba los días viernes porque decía "a mí ya me conocen, me ven todos los días...por eso actúo los viernes, para darles lugar el sábado y el domingo a tantos músicos que nos visitan y poder yo también disfrutar de ellos". En su despedida, el 22 de agosto de 2006, la multitud que lo acompañó reafirmó aquella cuarteta con la cual Ramón terminaba sus actuaciones: "Y ya me despido La Paz / con cariño y buenos modos / les dejo mi corazón / para que se repartan entre todos".

Fue un caso excepcional en la cultura popular. Así, sin más, define Carlos Mange Casís a Ramón Santich, un acordeonista que dejó huella en todo el norte entrerriano y en regiones vecinas. Es que este representante de los sonidos del Litoral tenía un carisma muy especial y por sus condiciones como intérprete llegó a formar parte del grupo liderado por don Tarragó Ros, del cual Santich tomó su estilo.

“El día que se hable de música popular en Entre Ríos, seguramente se hablará de él”, aseguró Mario Alarcón Muñiz al evocarlo en la despedida.Autor de piezas clásicas del repertorio chamamecero, Santich fue un tarragosero hecho y derecho. Su consecuente trayectoria y compromiso con el género le valió el reconocimiento de numerosos referentes, entre ellos el hijo de Tarragó Ros, Antonio, quien en oportunidad del encuentro celebrado en el Festival de Cosquín, en 2004, entregó al músico entrerriano -entre más de 100 acordeonistas presentes- la blanca verdulera de su padre para que la ejecutara.Con una pose que lo caracterizaba al momento de ejecutar el instrumento, Santich dió reiteradas muestras del talento innato que lo acompañaba en muy distintos ambientes, desde las bailantas en el patio de algún barrio paceño o paraje de la provincia, hasta encuentros con la presencia de primeras autoridades provinciales como un recordado festival con la presencia del -en ese entonces gobernador de Corrientes- José Antonio Romero Feris, donde recibió el elogio del mandatario.“Su velatorio constituyó un acontecimiento que convocó a toda la sociedad de La Paz, su muerte fue sentida por todos los sectores”, recordó Casís a El Diario. Prueba del reconocimiento que gozaba el acordeonista es que fue velado en el Concejo Deliberante de esa localidad y la jornada fue declarada asueto para los empleados de la Comuna. Es que Santich era empleado municipal y desde la humildad de ese lugar formó a varias generaciones de acordeonistas en un taller que dictaba en los barrios.El chamamecero era un símbolo de la Fiesta Provincial "Cuando el pago se hace canto", y participó en 26 ediciones consecutivas. Por esto y muchas cosas más, en 2005 se le entregó el Premio "Linares Cardozo".Falleció el 22 de agosto de 2006. Sus restos descansan en el cementerio de La Paz.

BREVE BIOGRAFIA:
Nació el 21 de noviembre de 1948 en Paraje "Las Ceibas", distrito Tacuaras, departamento La Paz, en la provincia de Entre Ríos.Acordeonista, cantor y prolífico autor. A los 6 años aprende de oído la primera pieza: "Tajamar Costa" y de ahí en más no cesa su actividad musical. Al ausentarse su hermano José para cumplir con el Servicio Militar en el año 1971, compone el chamamé "Portate bien, che hermano" que ya ha pasado a ser un clásico en la música chamamecera. Otras composiciones son "Pa' los lapaceros", "La Paz, ciudad divina", "Bravío Cabayú", "Fuiste la tradición", "El auto amarillo", "Grande cascarudo", etc.
Falleció el 22 de agosto de 2006 en el "Día del Folklore", en la ciudad de Paraná, Entre Ríos. Sus restos descansan en el Cementerio de La Paz, junto al maestro Don Linares Cardozo.

EL RAMÓN DEL PUEBLO

Sube al escenario con la mano en alto y la sonrisa franca,
desde la platea un cálido aplauso la noche levanta,
y hasta el viejo río detuvo su viaje, se posó en el puerto,
como si supiera que toca esta noche el "Ramón del pueblo".

Su vieja "cordiona"cual cofre de sueños, suelta melodías,
polcas, chamarritas y un chamamecito de Millán Medina;
allí en un costado anda una pareja "escobillando" al suelo,
se armó la bailanta porque está tocando el "Ramón del pueblo".

Suena el acordeón de Ramón,
cabalgando va un sapucay;
mientras toca, deja "el Ramón"
alma y corazón...
y al mirar sus manos,
veo una estrellita allí en la "botonera",
dicen que una noche en una musiqueada
se la ha dado el duende de don Tarragó.

El "Ramón del pueblo"zorzal musiquero de este pago mío,
tiene la tibieza del solcito pobre, pero compartido;
en sus melodías vuelca la frescura del pago querido,
vuelo de torcazas encuentro en las manos de este buen amigo.

Artista genuino, fiel chamamecero del norte entrerriano,
late su "cordiona" junto a la guitarra de José, su hermano;
fieles exponentesde una estirpe criolla que no ha de morir,
quedará en el pueblo el canto paisano de Ramón Santich.

Horacio "Chino" Martínez

“A RAMON SANTICH”

Ramón Santich lapaceño
con acordeón verdulera
que en toda fiestas camperas
le fue poniendo su empeño
pa´ir calmando su sueño
de acordionisto intuitivo
siempre franco, siempre altivo
en el ritmo chamamecero
al estilo tarragocero
para su pago nativo.

En las Ceiba, nació Ramón
y aunque creer nos cueste
a penas de cumplir los siete
ya anda con su acordeón
alegrando algún fogón
junto a sus seres queridos
a San Pedro habían venido
donde algún tiempo quedaron
luego al Damasio marcharon
al que nunca echó al olvido.

Algún tiempo allá vivió
en la estancia del Damasio
le fue creciendo despacio
la música que aprendió
luego otro viaje emprendió
pa´ quedarse en la ciudad
sin olvidar la amistad
cosechada en otros días
se le hizo canto y poesía
por el Caballú Cuatía.

Muy lindas composiciones
ha ido creando Ramón
con su voz y su acordeón
en distintas ocasiones
sobre damas y varones
amoríos y entreveros
junto a José en los senderos
por este suelo entrerriano
PORTATE BIEN CHE HERMANO
también PA´ LOS LAPACEROS

Hoy el Ramón ya se ha ido
En un viaje sin retorno
Y los seres de su entorno
Más sus amigos queridos
No lo echarán al olvido
y harán que su canto quede
porque anduvo sin enredes
en cada presentación
diciendo: "les dejo mi corazón
repartanló entre ustedes".

Décimas por milonga de Lorenzo Sosa





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